El core no es solo abdominales ¿por qué es clave para tu salud postural?
Cuando escuchamos la palabra core, muchas personas piensan automáticamente en abdominales marcados y en ejercicios de gimnasio. Sin embargo, este grupo de músculos va mucho más allá de lo estético y tiene un papel fundamental en tu salud, tu postura y la prevención de lesiones.
En fisioterapia, consideramos el core como el conjunto de músculos profundos y superficiales que rodean el tronco y la pelvis: abdominales, músculos lumbares, diafragma, suelo pélvico y musculatura de la cadera. Todos ellos trabajan en equipo para estabilizar el cuerpo en cualquier movimiento.
Core y postura, una conexión inseparable
Un core fuerte y funcional actúa como un “corsé natural” que mantiene la columna en una posición estable, reduce el riesgo de sobrecargas y ayuda a que tu postura sea más eficiente.
Cuando el core está débil o no se activa correctamente, otras estructuras —como la espalda baja, el cuello o las caderas— tienen que compensar, lo que puede provocar dolor y lesiones a medio o largo plazo.
No solo para deportistas
Fortalecer el core no es algo exclusivo de quienes entrenan en un gimnasio.
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Si trabajas muchas horas sentado, un core activo te ayuda a mantener la espalda recta y a reducir la tensión en la zona lumbar.
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Si estás de pie la mayor parte del día, tu core estabiliza la pelvis y previene la fatiga postural.
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En personas mayores, mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas.
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En mujeres embarazadas o en postparto, es clave para proteger la zona lumbar y el suelo pélvico.
Cómo trabajamos el core en fisioterapia
En Clínica Merchán, cuando evaluamos problemas posturales o dolores de espalda, analizamos si el core se está activando de forma correcta.
Con ecografía, podemos ver en tiempo real la activación de músculos profundos como el transverso del abdomen y el suelo pélvico. Esto nos permite enseñar al paciente a activarlos correctamente antes de pasar a ejercicios más exigentes.
El objetivo no es solo “fortalecer”, sino reeducar el control motor para que tu core trabaje de forma automática en tu día a día, protegiendo tu espalda en cada movimiento.
Consejos para cuidar tu core
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No te centres solo en abdominales clásicos, incluye ejercicios de activación profunda.
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Aprende a respirar correctamente: el diafragma es parte del core.
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Evita aguantar la respiración al hacer esfuerzos, coordina el movimiento con la exhalación.
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Combina fuerza, control y movilidad para un core funcional.
Un core sano y fuerte es mucho más que un objetivo estético: es la base de una buena postura, de una espalda protegida y de una vida activa sin dolor.
Si quieres aprender a activarlo correctamente y prevenir lesiones, en Clínica Merchán podemos ayudarte con una valoración personalizada y ejercicios adaptados a ti.