Dolor de hombro al dormir. Causas más comunes y cómo la fisioterapia puede ayudarte
El dolor de hombro es una de las molestias musculoesqueléticas más frecuentes, y suele notarse especialmente al dormir. Muchas personas se acuestan sin problema, pero despiertan en mitad de la noche o al amanecer con dolor, rigidez o incluso sensación de que no pueden mover bien el brazo. Este tipo de dolor no solo afecta al descanso, sino también a la calidad de vida durante el día.
En este artículo queremos explicarte cuáles son las causas más comunes del dolor de hombro al dormir y cómo la fisioterapia puede ayudarte a aliviarlo y prevenir que se convierta en un problema crónico.
¿Por qué aparece dolor de hombro al dormir?
El hombro es una de las articulaciones más móviles del cuerpo, lo que también lo convierte en una de las más vulnerables a lesiones y sobrecargas. Cuando dormimos, el hombro puede colocarse en posiciones que generan presión, falta de espacio en las estructuras internas o tensión muscular. Además, durante la noche el cuerpo entra en reposo y la irrigación sanguínea disminuye, lo que hace que ciertas lesiones se manifiesten con más intensidad.
Las causas más frecuentes son:
1. Tendinitis del manguito rotador
El manguito rotador está formado por un grupo de músculos y tendones que estabilizan el hombro. Cuando alguno de ellos se inflama, aparece dolor, sobre todo al dormir de lado sobre el hombro afectado o al levantar el brazo por encima de la cabeza.
2. Bursitis subacromial
La bursa es una pequeña bolsa llena de líquido que amortigua el roce entre tendones y huesos. Si se inflama, la presión aumenta al acostarse de lado, provocando dolor nocturno y rigidez matutina.
3. Síndrome del impingement o pinzamiento
En algunas personas, los tendones del manguito rotador quedan atrapados bajo el hueso del hombro al realizar ciertos movimientos. Esta fricción constante puede provocar dolor que se intensifica en reposo y al dormir sobre ese lado.
4. Lesiones por sobreuso
Movimientos repetitivos como cargar peso, nadar, jugar al tenis o incluso pasar muchas horas frente al ordenador pueden irritar tendones y músculos. Aunque durante el día a veces el dolor es tolerable, al dormir se hace más evidente.
5. Artrosis de hombro
El desgaste del cartílago articular puede producir dolor crónico y limitación de movimiento, que suele empeorar por la noche debido a la falta de movilidad prolongada.
6. Lesiones cervicales referidas al hombro
No siempre el origen del dolor está en el hombro. Una hernia cervical, contracturas en el cuello o atrapamientos nerviosos pueden provocar dolor irradiado hacia la zona del hombro, que se nota especialmente al dormir en ciertas posturas.
7. Mala postura al dormir
Dormir siempre de lado sobre el mismo hombro, con una almohada inadecuada o en posiciones que generan torsión en el cuello puede desencadenar dolor sin que exista una lesión estructural de base.
Cómo influye la postura al dormir en el dolor de hombro
La postura nocturna es clave. Dormir de lado directamente sobre el hombro conlleva presión constante sobre tendones y bursas. También influye si la almohada no proporciona el soporte adecuado: un exceso o falta de altura puede desalinear cuello y hombros, generando sobrecarga.
Dormir boca abajo suele ser aún más problemático, ya que obliga a girar el cuello y genera una rotación poco natural en la articulación del hombro.
La mejor postura recomendada suele ser boca arriba, con una almohada que mantenga el cuello alineado y, si se desea, un pequeño cojín bajo el codo o brazo para dar soporte al hombro.
¿Cómo puede ayudarte la fisioterapia?
La buena noticia es que la mayoría de los dolores de hombro nocturnos mejoran con tratamiento fisioterapéutico adecuado. El abordaje no solo busca aliviar el dolor, sino también tratar la causa de origen y enseñar al paciente estrategias para prevenir recaídas.
Valoración inicial
En nuestra clínica realizamos una historia clínica detallada y exploración física, complementada con pruebas como ecografía musculoesquelética, para identificar si el problema es tendinoso, articular, muscular o referido desde la zona cervical.
Tratamientos más efectivos
Dependiendo del diagnóstico, podemos aplicar:
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Terapia manual: movilizaciones suaves para reducir la rigidez y mejorar la movilidad articular.
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Punción seca y neuromodulación: técnicas que ayudan a desactivar puntos gatillo y reducir el dolor muscular.
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Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI): muy útil en tendinopatías crónicas para estimular la regeneración del tejido.
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Diatermia y radiofrecuencia: técnicas de termoterapia profunda que aceleran la recuperación, mejoran la circulación y reducen la inflamación.
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Ejercicio terapéutico: pieza clave del tratamiento, enfocado en recuperar fuerza y control del manguito rotador, estabilizadores escapulares y musculatura cervical.
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Consejos posturales: orientación sobre la mejor forma de dormir, el tipo de almohada y hábitos para reducir la carga sobre la articulación.
Reeducación funcional
Una vez reducido el dolor, el objetivo es devolver al hombro su función normal. Esto se logra mediante programas de readaptación progresiva, que permiten al paciente volver a su deporte o a su actividad diaria sin miedo a recaídas.
Prevención. ¿Cómo cuidar el hombro en el día a día?
Además del tratamiento, hay medidas que ayudan a prevenir el dolor de hombro, tanto de noche como de día:
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Evitar dormir siempre del mismo lado.
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Usar una almohada ergonómica que mantenga la cabeza y el cuello alineados con los hombros.
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Realizar estiramientos suaves de cuello y hombros, sobre todo si se trabaja muchas horas sentado.
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Fortalecer la musculatura del manguito rotador y la escápula con ejercicios específicos recomendados por el fisioterapeuta.
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Corregir la ergonomía en el trabajo, ajustando la altura de la pantalla, el teclado y la silla.
El dolor de hombro al dormir no debe normalizarse ni ignorarse. Aunque a veces se relacione con malas posturas, en muchos casos es la señal de que existe una lesión o sobrecarga que necesita atención.
La fisioterapia es una de las herramientas más eficaces para aliviar el dolor, tratar la causa de origen y recuperar la movilidad y la fuerza del hombro. Con el abordaje adecuado, es posible volver a dormir sin molestias y disfrutar de un descanso reparador.
En Clínica Merchán te acompañamos con un tratamiento individualizado, basado en evidencia científica y adaptado a tus necesidades, para que vuelvas a dormir y moverte sin dolor.