¿Es bueno crujir la espalda? Mito o realidad sobre las manipulaciones articulares
Seguro que más de una vez has escuchado un “crac” al girar la espalda o al mover el cuello, o incluso alguien te ha ofrecido “colocarte la espalda” haciéndote sonar las articulaciones. Esto genera muchas dudas: ¿es bueno? ¿es malo? ¿significa que algo se recolocó?
En este artículo resolvemos los mitos y verdades sobre los famosos crujidos articulares y te contamos cómo se usan de forma segura en fisioterapia.
¿Por qué cruje la espalda?
Ese sonido no significa que un hueso se “coloque en su sitio”. Lo que ocurre es un fenómeno llamado cavitación articular:
Dentro de las articulaciones hay líquido sinovial, que lubrica y permite el movimiento.
Cuando realizamos una movilización rápida o un estiramiento brusco, se forman burbujas de gas en ese líquido.
Al explotar esas burbujas, escuchamos el “crac”.
Por tanto, el ruido no indica necesariamente que la articulación se haya recolocado ni que exista un problema grave.
Mitos y realidades sobre crujir la espalda
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Mito: Si cruje, algo estaba mal colocado
Realidad: Las articulaciones no se “descolocan” para luego recolocarse con un crujido. Lo que sí puede ocurrir es que, tras una movilización, la articulación recupere un poco más de movilidad, lo que da sensación de alivio. -
Mito: Crujir la espalda desgasta las articulaciones
Realidad: No existe evidencia científica que relacione los crujidos ocasionales con artrosis o desgaste. Lo dañino es manipular sin conocimiento o hacerlo de forma repetitiva e inadecuada. -
Mito: Si suena, es señal de un buen tratamiento
Realidad: El sonido no garantiza que la técnica haya sido efectiva. Un fisioterapeuta trabaja con múltiples herramientas y no siempre es necesario que haya crujido para que la terapia sea útil.
¿Son seguras las manipulaciones articulares?
Las manipulaciones, cuando las realiza un fisioterapeuta especializado, son técnicas seguras que pueden ayudar a:
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Mejorar la movilidad articular.
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Disminuir la sensación de rigidez.
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Aliviar temporalmente el dolor.
Sin embargo, no están indicadas para todas las personas ni en todas las lesiones. Por ejemplo, en casos de osteoporosis avanzada, hernias discales graves o problemas vasculares, no se recomienda.
Entonces… ¿debo crujir mi espalda en casa?
Hacerlo de forma espontánea y ocasional (como cuando estiramos al levantarnos) no supone un riesgo. El problema aparece cuando intentamos provocarlo constantemente o cuando dejamos que alguien sin formación nos manipule la espalda o el cuello, lo cual sí puede ser peligroso.
Crujir la espalda no es malo en sí mismo, pero tampoco es un “milagro” ni un indicador de que todo está en orden. La clave está en acudir a un fisioterapeuta que valore tu caso y utilice las técnicas adecuadas para mejorar tu movilidad y tu dolor de manera segura.
En Clínica Merchán apostamos por un abordaje global, donde las manipulaciones son solo una de las herramientas disponibles dentro de un tratamiento personalizado.