Pubalgia: cuando el dolor en la ingle no te deja entrenar (ni moverte con normalidad)
La pubalgia es una de esas lesiones que, aunque no suena tan común como otras, puede afectar de forma muy significativa a quienes la padecen. Y no solo a deportistas. Si alguna vez has sentido una molestia persistente en la zona de la ingle o el pubis, sobre todo al caminar, correr o levantarte de la cama, puede que esta afección tenga algo que ver.
En este artículo te contamos qué es, por qué aparece y cómo podemos ayudarte desde la fisioterapia para tratarla de manera efectiva y evitar recaídas.
¿Qué es la pubalgia?
La pubalgia es una inflamación o irritación en la zona del pubis, concretamente en la unión entre los músculos abdominales y los aductores (los que se encuentran en la parte interna del muslo). Puede afectar a una o varias estructuras al mismo tiempo: músculos, tendones, ligamentos o incluso la articulación de la sínfisis púbica.
Aunque suele asociarse al deporte, especialmente al fútbol y otras actividades con cambios de dirección o esfuerzos explosivos, también puede aparecer en personas sedentarias o con alteraciones posturales.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma más característico es el dolor en la parte baja del abdomen o la ingle, que puede irradiarse hacia los aductores o incluso el muslo. Este dolor suele:
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Aumentar con la actividad física.
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Notarse al toser, estornudar o hacer abdominales.
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Empeorar al levantarse de la cama o después de estar sentado mucho tiempo.
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Dificultar gestos como correr, chutar o girarse bruscamente.
En fases avanzadas, puede llegar a ser muy limitante en la vida diaria.
¿Por qué aparece?
La pubalgia no suele deberse a una única causa, sino a un desequilibrio o sobrecarga prolongada en la zona. Algunas causas comunes incluyen:
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Debilidad o falta de activación en el core (zona abdominal y lumbar).
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Desequilibrios entre los músculos abdominales y aductores.
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Técnica incorrecta al correr o realizar esfuerzos.
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Cambios bruscos en la intensidad de entrenamiento.
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Malas posturas prolongadas o falta de movilidad en la pelvis.
¿Cómo tratamos la pubalgia en Clínica Merchán?
En Clínica Merchán abordamos esta lesión desde un enfoque global y activo. Lo primero es valorar bien el origen del problema, con una exploración exhaustiva y, si es necesario, apoyo ecográfico para ver el estado de las estructuras implicadas.
A partir de ahí, diseñamos un plan de tratamiento personalizado que puede incluir:
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Terapia manual y técnicas miofasciales para aliviar tensiones y mejorar la movilidad de la pelvis.
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Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI) o diatermia si hay afectación tendinosa o inflamación crónica.
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Ejercicio terapéutico progresivo, centrado en la reeducación del core, fortalecimiento de los aductores y estabilización lumbopélvica.
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Entrenamiento neuromotor y propiocepción, especialmente importante en fases avanzadas para preparar la vuelta al deporte o a una vida activa sin dolor.
El objetivo no es solo aliviar el dolor, sino restablecer el equilibrio muscular y funcional que evite que esta lesión se cronifique o reaparezca.
¿Se puede prevenir?
La mejor prevención es tener un core bien activado y equilibrado, buena movilidad de cadera y pelvis, y adaptar la carga de entrenamiento de forma progresiva. También es importante trabajar la técnica de carrera o los gestos deportivos si haces actividades de impacto o cambios de dirección frecuentes.