¿Puede una caída provocar dolor lumbar a través de una mala pisada?
Sí, una caída puede provocar dolor lumbar si afecta a tu forma de caminar.
Cuando hablamos de dolor lumbar, casi siempre pensamos en sobrecarga, malas posturas, debilidad abdominal o pasar muchas horas sentado. Pero hay una causa muy frecuente, poco conocida y sorprendentemente habitual en clínica, una caída que, semanas o meses después, termina generando dolor en la zona lumbar porque ha alterado la pisada.
Puede sonar extraño, pero en fisioterapia lo vemos continuamente. El cuerpo está lleno de conexiones, y lo que ocurre en el pie repercute directamente en la rodilla, la cadera, la pelvis y, por supuesto, la columna lombar. Por eso, una caída aparentemente sin importancia puede desencadenar una cadena de compensaciones que terminan provocando dolor en un lugar totalmente distinto.
En este artículo te explicamos por qué ocurre, qué señales indican que tu dolor lumbar podría venir de una mala pisada, y cómo la fisioterapia puede ayudarte a corregirlo.
La caída, el origen silencioso de muchas compensaciones
No todas las caídas provocan esguinces graves o lesiones evidentes. De hecho, lo más habitual es que molesten unos días y luego “se pasen”.
El problema es que el cuerpo, para protegerse, activa mecanismos automáticos de compensación:
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Cambias inconscientemente la manera de apoyar un pie para evitar dolor.
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Cojeas unos días y la marcha se adapta.
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Pierdes movilidad en el tobillo, aunque ya no lo notes.
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La musculatura se tensa para estabilizar la zona lesionada.
Al principio no parece relevante, porque el dolor de la caída desaparece. Pero la pisada queda alterada, aunque no lo notes conscientemente. Y una pisada alterada es uno de los factores más importantes en el desarrollo del dolor lumbar.
Cómo una mala pisada puede llegar a provocar dolor lumbar
Los pies son la base de nuestra estructura. Son el primer punto de contacto con el suelo y la referencia que utiliza nuestro cuerpo para distribuir fuerzas y mantener el equilibrio.
Cuando la pisada se ve afectada, toda la biomecánica se altera:
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El tobillo cambia la forma de amortiguar impactos.
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La rodilla rota hacia dentro o hacia fuera.
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La cadera empieza a trabajar de forma asimétrica.
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La pelvis pierde alineación.
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La zona lumbar compensa la desalineación.
Es un efecto dominó, una alteración mínima en el apoyo puede generar tensiones acumuladas que terminan expresándose en la zona lumbar.
Por eso, es completamente posible —y muy común— que una caída aparentemente inocente termine meses después en un dolor lumbar persistente, sin que la persona recuerde o relacione ambos hechos.
Cambios concretos tras una caída que influyen en el dolor lumbar
Veamos qué puede ocurrir en el pie y cómo llega a afectar a la zona lumbar:
✔ Torcedura leve o esguince no tratado
Puede dejar microinestabilidades en el tobillo. Eso provoca que apoyes antes una parte del pie que otra y tu marcha se vuelve asimétrica.
✔ Movilidad reducida en el tobillo
Si el tobillo no flexiona bien, la rodilla y la cadera tienen que compensar. La pelvis rota y la columna lumbar trabaja más.
✔ Apoyo desigual
Si empiezas a cargar más peso en una pierna, las fuerzas no se distribuyen bien y la musculatura lumbar sufre más en un lado.
✔ Cambios en la velocidad de la marcha o forma de caminar
Pasos más cortos, apoyo más de talón o de punta… pequeños cambios con gran repercusión.
✔ Miedo al movimiento o patrones de protección
Después de una caída, aunque ya no duela, el cuerpo sigue actuando “con cautela”, y esto modifica la forma de caminar.
¿Cómo saber si tu dolor lumbar viene realmente de la pisada?
Hay señales muy reveladoras:
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Tus zapatillas se desgastan más por un lado que por otro.
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Notas que “cargas más” una pierna.
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Tu dolor lumbar aparece después de caminar o estar de pie.
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Has tenido una caída o esguince previo, aunque te pareciera leve.
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Sientes tirantez en glúteos o en un lado de la pelvis.
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Tienes sensación de pierna “más larga” o “más corta” (aunque realmente no lo sea).
Si te identificas con varios puntos, es muy posible que tu dolor lumbar tenga su origen en una alteración biomecánica de la pisada.
Valoración biomecánica, clave para entender el origen del dolor
Para confirmar si el problema viene de la pisada, lo ideal es una valoración biomecánica completa, donde se analizan:
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El tipo de apoyo del pie (pronación, supinación, asimetrías).
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La movilidad del tobillo.
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Cómo se mueve la rodilla al caminar.
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La posición de la pelvis y su alineación.
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La forma en que se reparten las cargas.
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La calidad de la marcha o carrera.
Con esta información se puede ver claramente si tu columna está compensando un problema que realmente empieza en los pies.
¿Y cómo lo trata la fisioterapia?
La fisioterapia es clave para romper la cadena de compensaciones. El tratamiento suele combinar:
✔ Reeducación de la pisada
Ejercicios específicos para recuperar la movilidad del tobillo, mejorar la propiocepción y corregir patrones de apoyo.
✔ Liberación de tensiones
En gemelos, fascia plantar, glúteos, piramidal y músculos lumbares.
✔ Movilización de articulaciones bloqueadas
Especialmente en tobillo, cadera y sacroilíacas.
✔ Fortalecimiento de la cadena posterior
Glúteo medio, glúteo mayor, core y musculatura estabilizadora.
✔ Ejercicio terapéutico
Fundamental para corregir el origen y evitar recaídas.
✔ Plantillas (solo cuando es necesario)
No siempre son imprescindibles, pero pueden ayudar en apoyos muy alterados.
Cuando corregimos la pisada y recuperamos la movilidad perdida tras la caída, el dolor lumbar suele mejorar de forma notable y duradera.
¿Y si la caída fue hace meses o años?
No importa. Las compensaciones pueden mantenerse durante muchísimo tiempo.
Es habitual que:
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Una caída antigua
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Un esguince mal curado
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O una lesión olvidada
sean el origen real de dolores lumbares crónicos.
Lo importante es entender que el cuerpo no olvida, se adapta. Y a veces, esas adaptaciones acaban generando un problema mayor.
Una caída puede terminar en dolor lumbar… si altera tu pisada
✔ Sí, una caída puede provocar dolor lumbar si afecta a tu forma de caminar.
✔ La pisada influye en la alineación de todo el cuerpo.
✔ Una mala pisada puede sobrecargar las lumbares sin que lo notes.
✔ La valoración biomecánica y la fisioterapia son claves para corregirlo.
✔ Tratar solo la zona lumbar no sirve. hay que ir al origen.
El cuerpo funciona como un todo, y a veces el dolor aparece lejos de la causa real. Por eso es tan importante una valoración completa y un tratamiento global.